Antes de nada, debemos proceder a un minucioso lavado de manos. Usa agua corriente limpia, frota bien las manos con jabón hasta que salga espuma. Frota bien por la parte de atrás de las manos, entre los dedos y debajo de las uñas, repitiendo este proceso durante un mínimo de unos 20 segundos.

Una vez pasado este tiempo, enjuágate bien las manos hasta que no quede rastro del jabón. Sécatelas con una toalla limpia o al aire.

Si no dispones de agua ni jabón, utiliza siempre desinfectante.

Procedemos al cepillado de dientes, ya sabes, con pasta fluorada y durante unos 2 minutos, mínimo 2 veces al día.

Enjuaga bien el cepillo después de cada uso, debemos eliminar el exceso de agua y posibles restos alimenticios en el mismo, una forma de conseguirlo es girando el mismo de derecha a izquierda.

Debemos guardar el cepillo con el cabezal siempre hacia arriba, de esta manera siempre favoreceremos el secado. No debemos dejarlo amontonado con cualquier otro utensilio de aseo ni próximo al sanitario, ya que el coronavirus también se encuentra en la orina y heces.

Al finalizar, vuelve a lavarte bien las manos con agua y jabón, durante 1 minuto aproximadamente.

Te recomendamos desinfectar el cabezal del cepillo usando enjuague bucal con clorhexidina en un vaso y dejándolo reposar durante una hora mas o menos. Puedes también dejar el cepillo de dientes debajo del chorro de agua caliente del grifo y déjalo reposar en un recipiente con vinagre blanco durante al menos dos horas.