- Mantén una dieta sana y equilibrada, intentando reducir la ingesta de azúcares y aumentar la de frutas y verduras. Tu boca agradecerá una dieta sana.
- Evita tomar alimentos o bebidas excesivamente fríos o calientes.
- Elige el dentífrico y el cepillo más apropiado para ti. Tu dentista o higienista dental te podrá orientar sobre el que mejor se adapta a tus dientes.
- Después de cada comida, la producción de bacterias en nuestra boca es alta. Por ello, cepilla tus dientes tres veces al día, después de cada comida. (desayuno-comida-cena).
- Además del cepillo, usa otros medios para completar una buena higiene dental. El enjuague bucal es efectivo y refrescante, ya que llega a puntos donde el cepillo no puede, úsalo después del cepillado. Además utiliza también el hilo dental para eliminar los restos de comida que quedan entre los dientes.
- Si después de alguna comida no puedes cepillarte los dientes, recurre al chicle sin azúcar y con xilitol después de dicha comida, ya que aumenta el ph y ayuda a combatir las bacterias que quedan en la boca, con la estimulación de saliva.
- Es aconsejable acudir a tu dentista al menos una vez al año.
¿Cómo has de cepillarte los dientes?
- Limpiaremos los dientes siempre desde la encía hacia el diente.
- Procuraremos no dejar ninguna zona sin cepillar.
- No nos cepillaremos en sentido horizontal, pues podríamos dañar nuestras encías y cuellos dentales. Salvo en la zona de masticación que sí lo haremos en sentido horizontal y con movimientos cortos.
- Cepillamos tanto la cara exterior como la interior.
- Recuerda que al terminar el cepillado, debes limpiar tu lengua con el cepillo, evitando así problemas de halitosis.