
La mala salud oral multiplica por dos el riesgo de ataque cardiaco
Una boca enferma, con inflamación oral prolongada, aumenta el riesgo de aparición de enfermedades en otras partes del cuerpo. A través de unas encías inflamadas las bacterias orales se adhieren en el torrente sanguíneo a las placas grasas y pueden provocar una respuesta inflamatoria, los vasos sanguíneos se hinchan, reduciendo el flujo de sangre, lo que aumenta riesgo de trombos y coágulos.
Las personas con enfermedad periodental tienen tres veces más probabilidades de sufrir un derrame cerebral y el doble de riesgo de fallecer de un ataque cardiaco, con cada diente perdido aumenta el riesgo de muerte por infarto.