El mal aliento o halitosis normalmente tienen su origen en problemas bucodentales y pueden hasta originar problemas de relación con los demás. Aunque también puede ser derivado de algunos problemas respiratorios, digestivos, de ansiedad o consumo de algunos alimentos.
Dependiendo del origen de su causa, podemos diferenciar varios tipos de halitosis:
- Halitosis fisiológica, no hay patología. Es más intensa por la mañana debido a la reducción de saliva durante el sueño.
- Halitosis patológica oral, con patología dental o periodental. Acumulación de placa bacteriana.
- Halitosis patológica no oral, con patología respiratoria, digestiva, ansiedad y determinados alimentos.
- Falsa halitosis, no hay mal aliento, pero el paciente cree tenerlo.
Cómo combatir el mal aliento:
- Cepíllate al menos dos veces al día los dientes. Límpiate la lengua, en ella hay millones de bacterias responsables del mal aliento.
- Utiliza, siempre bajo prescripción médica, enjuagues antibacterianos. Ayudan a combatir gérmenes y mejoran el mal aliento.
- Bebe entre dos y tres litros de agua al día.
- Mascar chicle sin azúcar ayuda a aumentar la producción de saliva, que es el mejor antídoto contra este tipo de problema.
- Evitar alimentos propicios a generar mal aliento, como la cebolla, el ajo, las especies, algunos quesos, pescados y bebidas ácidas.
- Evitar fumar.
En el 80 % de los casos la halitosis se debe a la presencia de gérmenes orales, enfermedades periodontales y caries, por lo que te aconsejamos visites a tu dentista regularmente.