¿Qué pasta de dientes elegir?

Hablamos de las numerosas pastas dentífricas que se encuentran en los estantes de supermercados y farmacias. Evidentemente, todas sirven para cepillarse los dientes, pero algunas están más indicadas que otras. No es lo mismo tener una boca sana que sufrir de encías que sangran o presentan sensibilidad. En este artículo nos centraremos exclusivamente en las pastas con flúor por ser las recomendadas en todos los pacientes.

Las hay de muchas marcas y colores y con tantas opciones que no es fácil saber cuál es la más adecuada para nuestro caso particular.

  • MÁS DE 6 AÑOS Y ADULTOS: 1350 ppm de flúor. 1 cm de pasta (tamaño de un garbanzo.)
  • DE 3 – 6 AÑOS: 1000 ppm de flúor (no poner más del tamaño de un garbanzo de pasta.)
  • MENOS DE 3 AÑOS:
  • 1000 ppm de flúor (solamente rozar las cerdas en la pasta, grano de arroz.)

Los dentífricos bajos en flúor no sirven para nada.

Incluso los pequeños deben usar una pasta con 1.000 ppm de flúor. La diferencia con el adulto esta en la cantidad de pasta que se pone en el cepillo.

PREVENIR LA CARIES

Si tienes una boca sana y quieres prevenir las caries, sólo tienes que ser constante con tu higiene bucal y utilizar un pasta de dientes que contenga flúor. El flúor ayuda a remineralizar el esmalte reforzarlo y eli- minar la placa, de modo que las bacterias no puedan crear una caries. Pero, según los expertos, es esen- cial que el dentífrico tenga una cantidad de flúor de al menos de 1.350 particulas por millón (ppm).

¿CÓMO ACTÚA EL FLÚOR?

El flúor contenido en la pasta dentífrica es captado por el diente. De esa forma permite dos acciones: dificulta que el esmalte pierda minerales y, por otra par- te, facilita que el diente vuelva a captar minerales. Asimismo, el flúor en la saliva combate las numerosas bacterias pro- ductoras de la caries, interfiriendo con el metabolismo bacteriano. Se sabe que el flúor de las pastas dentales llega a preve- nir hasta el 40% de las lesiones de caries.

¿CÓMO USARLAS?

El cepillado con pasta fluorada debe realizarse al menos dos veces al día y cada cepillado tiene que durar dos minutos. Un cepillado menos frecuente o más corto es incapaz de prevenir la caries. Lo ideal es utilizarla después de cada comida al objeto de que el flúor pueda neutralizar los ácidos que se producen en la boca. El cepillado debe ser inmediato a la ingesta de alimentos, pues si esperamos, a los 10-15 minutos ya se ha producido el ácido.
Solamente hay una excepción a esta regla: cuando tomamos alimentos o bebidas muy ácidas o muy dulces, conviene esperar a que el esmalte se remineralice unos 25-30 minutos, antes de cepillarnos. No debe ponerse demasiada cantidad de pasta (tamaño de un garbanzo en adultos) ni mojar excesivamente el cepillo. Para obtener los mejores resultados, se recomienda, asimismo, no enjuagarse sino escupir la pasta.